Como líder de tu empresa, juegas un rol importante en impulsar tu negocio y preparar el escenario para la forma en que los empleados actuarán, se comunicarán y se desempeñarán en el trabajo. Tu enfoque de las reuniones, la comunicación y la resolución de conflictos puede hacer que los empleados y los clientes deseen acompañarte o elijan trabajar con otra persona. Como líder, tu visión o tu idea de hacia dónde quieres que vaya tu empresa, te guiarán a ti y al equipo a medida que toman decisiones sobre crecimiento, marketing, ventas, productos y más. Tanto si es un líder natural como si es nuevo en dirigir a otras personas, el éxito no se logra de la noche a la mañana. El truco es mantener el compromiso de dar lo mejor de sí y mejorar continuamente.
La comunicación es clave
Al igual que en tu vida personal, la forma en que te comunicas en tu empresa afectará tus relaciones con cada empleado y cliente. La mala comunicación puede generar malentendidos, pérdida de negocios, conflictos y otros problemas en tu lugar de trabajo. Del mismo modo, una comunicación clara y abierta puede ayudarte a atraer trabajadores, inspirar a tus empleados a dar lo mejor de sí mismos, construir una reputación positiva entre los clientes y detener los conflictos antes de que comiencen. Cuando se trata de comunicación, estos consejos te ayudarán a tener un buen comienzo:
- Explicar claramente las políticas, la nómina, los salarios y las expectativas
Asegúrate de que los empleados tengan una experiencia positiva contigo desde la primera conversación. Sé claro sobre lo que se espera de cada empleado en su función específica, las políticas de tu lugar de trabajo y tus objetivos para la empresa. Cuando los empleados saben cuál es su posición, se sienten más cómodos y es más probable que sean exitosos en el trabajo. - Tratar a los proveedores, empleados y clientes con respeto
Como propietario de la empresa, es probable te relaciones con una amplia gama de personalidades, algunas de las cuales probablemente te resulte más fácil trabajar que con otras. Al mantener un tono positivo y respetuoso en cada conversación, descubrirás que los demás seguirán tu ejemplo. Confiar en la empatía, o en tu capacidad para ponerte en el lugar de otra persona, es un paso importante para crear un ambiente de trabajo donde todos se sientan respetados, valorados y comprendidos. Tratar a todos con el mismo nivel de respeto, sin importar su posición, también será un buen ejemplo para tus empleados. - Mantener evaluaciones o registros periódicos
No importa cuán pequeña sea tu empresa, reservar tiempo para comunicarte con los empleados de manera regular te permitirá mantener la comunicación abierta y llegar al fondo de los posibles problemas antes de que comiencen. Algunos temas a tratar durante estas reuniones pueden incluir: desafíos que enfrenta el empleado, objetivos que le gustaría cumplir, si la carga de trabajo es manejable, si hay algo que puedas hacer mejor como gerente del empleado y cualquier apoyo adicional que el empleado pueda necesitar para triunfar. Durante estos controles y cualquier comunicación con los empleados, trabaja para crear un entorno en el que todos se sientan seguros al reconocer los errores. Cuando este sea el caso, es más fácil para todos los miembros del equipo, incluido tú como líder, abordar los pasos en falso cuando ocurren, minimizar cualquier daño y elaborar un plan para ayudar a garantizar que no vuelvan a ocurrir.
Para un equipo de más de dos, considera reuniones semanales breves con todo el personal. Establece una estructura o agenda para estas reuniones, con la oportunidad para que cada participante plantee preguntas o problemas. Solo asegúrate de no dejar que las reuniones se desvíen o se extiendan más allá del tiempo planificado. Si todavía quedan temas en curso para discutir cuando se termine el tiempo, considera agregarlos a la agenda para la reunión de la próxima semana. Si solo tienes un empleado, considera un almuerzo mensual o un “registro” para preguntar cómo les está yendo en el trabajo y cómo puedes apoyarlos mejor. - Reconocer las mejoras y aportes de los empleados
Todos los trabajadores, sin importar su origen, función o nivel de experiencia, quieren y merecen ser reconocidos por lo que hacen bien. Esto puede significar un agradecimiento verbal rápido por hacer todo lo posible con un cliente, o una nota rápida que reconozca las fortalezas del empleado. Otra opción es tener una caja especial donde cualquier persona en tu negocio pueda enviar notas de agradecimiento o reconocimiento a otros. Puedes publicar las notas en una pizarra o leerlas en una reunión de grupo. Para un personal de más de cuatro, considera reconocer a un “empleado del mes” con un certificado o un pequeño regalo. - Implementar una política de puertas abiertas
Ser un buen oyente es una de las mejores maneras de garantizar excelentes comunicaciones comerciales. Comienza dejando en claro a los empleados que te encuentras disponible para discutir preguntas o problemas. Durante estas conversaciones, silencia tu teléfono para limitar las distracciones. Responde a los problemas que se te presenten, confirma lo que escuchaste, toma notas sobre la conversación y establece pasos de seguimiento para demostrar que te tomas en serio el asunto. - Gestionar los desafíos con simpatía
No importa qué tan bien te comuniques, los conflictos pueden ser inevitables. Enfrentarlos de manera directa siempre es un enfoque más eficaz que evitarlos. Siéntate con la persona o personas involucradas, pide a cada una su opinión sobre el problema y demuestra que los comprendes. Repite lo que te han dicho, haz un torbellino de ideas sobre soluciones al problema, decide los próximos pasos para una resolución, toma nota escrita sobre la discusión y haz un seguimiento para asegurarte de que se resolvió. Como líder de la empresa, esto establece un ejemplo importante para los demás. Ten en cuenta que los conflictos relevantes relacionados con la discriminación requerirán una respuesta muy específica, en particular según la cantidad de empleados que tenga. Familiarízate con las leyes nacionales contra la discriminación y el acoso que pueden aplicarse a tu empresa. Asegúrate también de familiarizarte con las leyes contra la discriminación y el acoso de tu región, provincia y ciudad poniéndote en contacto con tu departamento de trabajo local o consultar con un abogado.